desentrañamos el crepúsculo
la forma de la promesa
cuatro manos sedientas en la sal del mar
fuimos NADIE por un instante aturdido y libre
una obra imperfecta
el ancestro del hombre, su duda
un todo contrapuesto
un dogma de piel
penínsulabahía
hecha de escombros y por todos los vientos
para nosotros
los incrédulos
taladramos inmensidad
su guiño, su textura
y más
fuimos el punto que se obstinó en ser
la víspera festiva de los pescadores
arena deshaciéndose con prisa entre los muslos
el salto de los peces mórbidos
buscando un lugar donde
gritar junto a las gaviotas
que nunca volveremos a ser los mismos
.
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